Cuando recorres con Benjamin Hübner las luminosas oficinas del duodécimo piso de la Astra Tower, muy cerca del puerto de Hamburgo, tienes la sensación de estar visitando una start-up. Ves vidrio, luz y gente joven allá donde mires. Lo único que falta es un futbolín en la esquina. Pero, si se observa más detenidamente, se percibe el nivel de complejidad y pronto se desvanece la impresión inicial de start-up. Desde su sede central en Hamburgo, que abarca varias plantas del rascacielos íntegramente de vidrio, Enerparc AG gestiona la planificación, la construcción y la operación de plantas de energía solar de gran tamaño en todo el mundo. La empresa ha construido unas 500 plantas solares en el rango del megavatio en 25 países, desde España o Rusia hasta Australia. La potencia nominal global es de 3.3 GW a la hora. A plena capacidad, esto permitiría cubrir la demanda anual de 1.000 hogares, 24 horas.
«Todo de una misma fuente»
Esto ya sería de por sí un logro impresionante. Sin embargo, lo extraordinario es que Enerparc opera dos tercios de dichos sistemas por sí misma. Mientras que otras empresas diseñan sus plantas solares para la entrega llave en mano, Enerparc prefiere quedarse con la llave y operar los sistemas a nivel interno, lo que convierte a la empresa en el operador europeo independiente líder en el ámbito de las plantas solares. Y ha fijado un claro rumbo hacia el crecimiento: en solo dos años, el número de empleados ha aumentado más del doble, con aprox. 300 actualmente. En el ejercicio financiero 2019, las ventas anuales subieron hasta los 234 millones de euros, con unos volúmenes de fabricación anuales a una potencia nominal de 318 MW y con un capital social de 124 millones de euros. En consecuencia, la empresa se encuentra ahora a años luz de lo que fue en sus inicios, una humilde start-up fundada en el año 2008.
Pero el buen hacer de la empresa va más allá de la gestión interna de plantas solares abarcando, también, la planificación y la fabricación con recursos propios, lo que le permite a la empresa retener todos los ingresos futuros y también distribuir los gastos dentro de sus rangos. Y ahí es donde entra en acción Benjamin Hübner. Además de supervisar las filiales de titularidad 100 % propia Sunnic Lighthouse (responsable del comercio de electricidad) y Enerparc Service (encargada del mantenimiento del sistema), la empresa pvwerk también recibe encargos para planificar y construir plantas de gran tamaño. Ese es el trabajo de Hübner.
«También es cuestión de suerte»
En realidad, el director de ingeniería eléctrica de la región alemana de Schleswig-Holstein tenía otros planes. Tras acabar sus estudios en el año 2006 quería entrar en el sector, pero retrasó tanto el proceso de candidatura que todo lo que quedaba disponible era un puesto de formación como electricista. Puesto que en su ciudad natal en la costa del mar del Norte había muchas más fuerzas naturales que empresas, Hübner se encontró primero en una empresa de fotovoltaica local antes de llegar a ser especialista en energía eólica Senvion y, por último, asumir el cargo de director de ingeniería eléctrica en pvwerk GmbH. Además de mantener la visión de conjunto sobre los numerosos proyectos de construcción de su empresa en Alemania, Francia y España, también es el responsable de compras. Como suele ocurrir en la vida, fue el descuido de la juventud, la buena formación, la perseverancia y el azar lo que le guio exactamente a donde siempre quiso estar. «Echando la vista atrás, fue un enorme golpe de suerte», afirma Hübner, que ahora tiene 31 años.
«Las previsiones a largo plazo exigen más»
Es la inspección meticulosa de los componentes instalados lo que hace su trabajo tan atractivo. Puesto que los sistemas que instalan él y su equipo deben funcionar bien mucho más allá del breve período de entre dos y cinco años de garantía, no se puede permitir ahorrar dinero donde no debe. Sabe bien que podría conseguir por menos dinero muchas de las cosas que compra, desde el tornillo más pequeño hasta el inversor más enorme. Sin embargo, también sabe que cada tornillo imperfecto y cada inversor defectuoso pueden suponer unos costes de operación mucho mayores que el ahorro inicial.
Desde su fundación en 2011, pvwerk ha realizado con éxito casi 300 proyectos en toda Alemania con un volumen total de 2.100 megavatios. Actualmente tiene una flota de más de 200 máquinas, incluidos equipos pesados como excavadoras de orugas, cargadoras de orugas y martinetes especiales. «Hemos simplificado muchos de los pasos de fabricación» afirma Hübner. «Actualmente, todo está construido para que sea más sencillo y práctico.» Eso ahorra tiempo y dinero sin perder calidad.
«Demasiado sencillo para ser cierto»
Puede confiar en la estrecha colaboración con fabricantes fiables, incluido HellermannTyton, al que Hübner compra EdgeClips, entre otros productos. Los EdgeClips también son conocidos como precintos plásticos con clip de borde, ya que esa es su zona de fijación, y se pueden instalar sin necesidad de herramientas, simplemente fijando el chicote de la brida al borde de la chapa.
Un producto tan sencillo de usar que parece que existe desde siempre. HellermannTyton vende al año 1.600 millones de estos pequeños accesorios en todo el mundo. Como resultado, el equipo de pvwerk no solo ahorra horas de valioso trabajo (el enrutamiento de cables puede demorarse durante semanas en un huerto solar de gran tamaño), sino que también tiene la confianza de que los clips no se soltarán con la siguiente tormenta y, por tanto, que no habrá que empezar el trabajo de cero el próximo año.
«Sencillamente, todo encajó bien desde el principio»
Benjamin Hübner, de pvwerk, y Georg Neureiter, de HellermannTyton, coinciden: la confianza es la piedra angular de cualquier relación empresarial. Ambos se reúnen habitualmente en las instalaciones de pvwerk. Hace un año, Neureiter se enteró de que los colegas de Hübner imprimían ellos mismos las etiquetas de los cables de CC, una tarea especialmente ingrata y laboriosa para un empleado que no hacía otra cosa que preparar largas listas de Excel y enviar a la impresora durante días. Tras una cierta labor de planificación, Hübner y Neureiter idearon una solución: a partir de ese momento HellermannTyton suministra las etiquetas preimpresas, para alegría de dicho empleado de pvwerk, que ahora puede dedicarse a menesteres más interesantes. Y también para satisfacción del encargado de compras Hübner, puesto que las etiquetas preimpresas cuestan menos que las etiquetas en blanco que solían comprar.
«Lo ideal es que todo fuera "Made in Germany"»
Hübner valora mucho la confianza mutua y la mentalidad de su proveedor, orientada a las soluciones. «HellermannTyton es una solución premium», afirma. «Es cierto que hay proveedores más baratos, pero con ellos los problemas siempre son inevitables». Y, solo medio en broma, añade que querría que HellermannTyton también fabricara los módulos solares, puesto que China ha sido el proveedor exclusivo durante años. Es cierto que los precios son buenos y las capacidades de suministro del gigante asiático son enormes, pero él sin duda preferiría la durabilidad y la calidad de un producto Made in Germany. Aunque fuera mucho más caro. Quizá pueda convencer a HellermannTyton de que explore este segmento. Tiene línea directa con la empresa... y tiempo de sobra para buscar argumentos convincentes.